Efecto Forer y cómo aplicarlo a tu marca con propósito:
- Viviana Vásquez Duque
- 3 may 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 27 may 2022
Por el nombre no lo conoces, pero te aseguro que alguna vez has sido víctima de él. Se denomina así al fenómeno que ocurre cuando las personas dan altos índices de acierto a descripciones de personalidad o de comportamiento que supuestamente se adaptan específicamente para ellos sin percatarse de que en realidad son vagas y lo suficiente genéricas como para aplicarse a una amplia gama de personas. Esto sucede mucho en el horóscopo cuando nos dicen, por ejemplo: Eres una persona positiva y muy leal pero a veces las circunstancias te hacen perder el ánimo. ¿Muchos se sentirán realmente identificados, verdad?
Los buenos publicistas manejan muy buen este efecto y lo manejan a la perfección. Ellos saben que las personas tendemos a reconocernos en descripciones generales que confirman o validan nuestra propia percepción de nosotros mismos.
Seguro que más de una vez te ha pasado. Sientes que es magia, telepatía, casualidad, empatía, pero realmente es pura estrategia de comunicación de una verdadera marca con propósito. Aquí te comparto un ejemplo del efecto Forer en un comercial de publicidad exitoso.
¿Por qué deberías ponerlo en práctica con tu marca?
Porque el efecto Forer es muy poderoso como estrategia para crear mensajes que conectan con tu público objetivo y cliente ideal.
Porque genera un contexto de confianza. La razón está en que cuando recibimos un mensaje sobre el que nos sentimos identificados nuestro cerebro decodifíca el emisario como una fuente de buenas intensiones y crece la necesidad de querer creer todo lo que nos cuente.
Los paso a seguir para que una marca con propósito triunfe con el efecto Forer:
Deber tener muy bien definido a qué público te diriges y quién es tu cliente ideal. A ese cliente enfocarás tu efecto Forer, por tanto, cuanto mejor lo conozcas, más precisión tendrás con tus palabras.
¿Cuáles son las inquietudes y motivaciones, a menudo inconscientes, que determina la forma de pensar, de sentir y de actuar de tus consumidores?
¿Qué cosas defiende? ¿y qué rechaza o de que está en contra?
Teniendo esto claro, cuando quieras crear este efecto en tus campañas, plantea tu comunicación de la siguiente manera:
Describe como es la forma de ser de tu cliente ideal y haz alusión a las cualidades que sabes que valora y que le gustaría que la gente percibiera en él. Por si no lo sabes, tendemos aceptar afirmaciones sobre nosotros mismo en la proporción que deseamos que estas sean verdad.
Haz alusión también a sus rasgos de comportamiento menos positivos y preséntalos en la dualidad con los positivos. Ejemplo, eres una buena persona y además honesta, aunque a veces te cueste encontrar el equilibrio. ¿Esto es mucho más empático, no crees?
Haz referencia a las motivaciones y deseos que sabes que tiene tu cliente ideal. Por ejemplo, imaginemos que te diriges a un perfil de persona que práctica un tipo de deporte como hobby.
Empatiza también con sus preocupaciones o problemas y dale una muestra de apoyo y confianza que le anime.
Utiliza expresiones como a veces, pero, sin embargo y aunque. De esta manera lo que digas podrá aplicarse a casi todo el mundo y cada persona lo interpretará para si mismo.
Dale la razón. No ha nada que agrade más a una persona que oír que tiene razón. Por eso solemos darle mayor credibilidad y confianza a los mensajes que encajan con nuestra creencias.
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